Treinta y dos personas fallecieron en accidentes de tránsito, en esta jornada de cinco días de celebración de fiestas Patrias, un número menor a lo ocurrido en el periodo 2007, comparable por la cantidad de días. Es importante consignar que aún quedan 100 mil vehículos que deben regresar a la capital y que la tasa de accidentes para el próximo fin de semana podría ser mayor a lo habitual en un periodo similar.
 

En honor a las cifras comparadas entre 2007 y 2012, periodos iguales en cantidad de días, no hay duda que se disminuyo de 8,4 fallecidos al día, en 2007, a 6,2 en 2012, pudiendo extraer de estas cifras, que la tasa de fallecidos en periodos similares cae en 26,19 % en el periodo 2012. Sin duda que las cifras son menores y es una realidad que el parque automotor es mayor, pero también es cierto que han pasado cinco años y que en los últimos dos los organismos encargados de la seguridad de tránsito se han hecho muy visibles en los noticieros y medios de prensa, promocionando campañas y planes de acción que buscan la disminución de los accidentes de tránsito.
 

Me permito preguntar, más que las sanciones que estima la ley para quienes la infringen, cuales son las acciones de educación y formación que buscan cambiar actitudes que construyan hábitos para luego modificar las conductas de los transeúntes en nuestro país. Es que acaso se cree que la conducta irresponsable se modifica sólo con coerción, que el simple hecho de la amenaza produce en el irresponsable la intención de cambio, o que la sistemática restricción de las libertades personales llama a la conciencia de los ciudadanos. Pareciera que no basta con la sanción y la pena, si podemos decir afortunadamente, este fin de semana fallecieron menos personas de las esperadas, pero esta baja no se ha manifestado como una constante, porque el pasado 21 de mayo de 2012 fallecieron 24 personas en tres días, ocho por jornada, en proyección, muy similar al 2007 con quien la autoridad se ha comparado en esta oportunidad, con lo que podemos especular que la variación, a la baja, en las cifras de este periodo, no es una tendencia, ni mucho menos representa un cambio conductual en los transeúntes. Esta variación oscilante en las curvas, todos sabemos que, representa inestabilidad y que cuando hace tres meses lamentábamos una regresión en las cifras, hoy podemos sorprendernos con una posición beneficiosa, pero esta política de instantaneidad no aporta, a los que todos queremos, la formación de conductores y peatones responsables.
 

Desde mi posición de ingeniero en tránsito y experto en el tema, me permito recordar que las cifras son personas fallecidas, con historias y familias y que no es suficiente la política de la sanción.

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