Las actividades productivas han desarrollado distintos polos de crecimiento en Chile. El crecimiento económico genera satisfacción, pero tambien problemas que debemos saber enfrentar.
Miles de personas mueren anualmente en las calles, caminos y carreteras de nuestro país.Miles de chilenos quedan con secuelas de por vida.
Millones de personas estamos día a día expuestos a un accidente de tránsito.Una actitud de atención, evitaría, quizas, tu muerte.
De acuerdo a las necesidades de la industria hemos desarrollado el curso Alta Montaña 4X4. Distribuido en dos bloques, uno teórico en sala y uno práctico en circuito instalado en las canchas del estadio nacional, en la comuna de Ñuñoa.
La Asociación de Capacitación e Ingeniería Vial, ALACI, recibió el 14 de mayo de 2014 la personalidad jurídica, acreditada por el Estado de Chile, reconociéndola como corporación y fundación.
El pasado viernes 20 de diciembre en dependencias de la Municipalidad de la Reina, a las 12:00 horas, con la presencia del alcalde el señor Raúl Donckaster Fernández, se constituyo legalmente la Asociación de Directores de Tránsito de Chile.
El acto encabezado por el director de tránsito de la municipalidad de la Reina, el señor Robinson Barahona García, quien fuera nombrado director de la asociación, conto con la presencia de autoridades y profesionales del rubro; destacando la presencia de las funcionaras de CONASET, las señoras, Natalia López y Marcela Lobo.
El 40% de los chilenos muertos en accidentes de tránsito son peatones y muchos de ellos tenían el derecho de paso.
Al cruzar una calle mira y asegúrate que no viene un vehículo, si viene asegúrate que freno, de nada sirve que tengas luz verde o un paso de cebra, si eres arrollado...
Ahora que hemos escogido un nuevo gobierno para el próximo periodo, de visión distinta al actual, es lógico pensar que las problemáticas que han sacado a la calle a miles de chilenos debieran ser escuchadas, estudiadas y solucionadas de mejor forma. Es bajo esta expectativa que se decide cambiar a los gobernantes, entonces de mi posición de ingeniero y experto en tránsito me permito preguntar; de qué forma se abordará la problemática del tránsito en nuestro país, será la seguridad un valor que se buscará inculcar desde la infancia, se cumplirá la ley que obliga a una educación vial en escuelas de todo el territorio nacional, se desarrollarán planes de comunicación, en busca de sensibilizar, para ser rotados en los medios en periodos más extensos que los tres días típicos antes de un fin de semana largo, se capacitará seriamente entendiendo que los males que nos tienen en una posición de inmovilidad en el número de fallecidos, sabiendo que nuestro país firmo el acuerdo del decenio de la seguridad vial, 2011 – 2020 de Naciones Unidas, para disminuir en un 50% la cifra de fallecidos por accidentes de tránsito, no será posible cumplir en las actuales condiciones.
Si a pesar de los esfuerzos de la autoridad saliente las víctimas no han disminuido, el transporte público está lejos de satisfacer la demanda de movilidad y menos es capaz de entregar un estándar medio de confort a los usuarios, como sucede en las naciones de la OCDE con quien nos comparamos habitualmente en distintas materias, entonces nos queda preguntar, que haremos para evitar que miles de chilenos mueran en calles, caminos y carreteras de nuestro territorio nacional. No quisiera parecer como dueño de una verdad técnica ni teórica, sólo estoy interesado en que la vivencia real de ciudadanos se exprese y convierta como la verdad en la cual se sustentan las futuras políticas públicas. La movilidad y el tránsito, al interior de las comunidades, como toda actividad humana se construye desde las personas, actitud, hábitos y conducta son las variables a modificar o formar, según el caso, un conductor, un peatón o un pasajero responsable, siempre construirá una sociedad responsable, respetuosa y de actuar consciente de la vida propia y de los demás y no un ciudadano que sólo cumple la ley para evitar la sanción.
Para construir una sociedad segura y disminuir las muertes por accidentes de tránsito requerimos escucharnos; peatones, ciclistas, conductores, autoridades y expertos, de esta forma construiremos comunidades empáticas y ciudades amables con menos muertos, accidentados y estrés en las calles.
El termino señalética, muy usado en nuestra sociedad, no es sinónimo de señal, sino que hace referencia a la actividad del diseño gráfico que estudia y desarrolla los modelos y símbolos que se asociarán o utilizarán para crear una señal que sea efectiva y entendida por la sociedad.
En Santiago, se realizan al redor de 10 millones de viajes al día, produciendo tacos y congestiones en las horas con más flujo vehicular en la ciudad. El pasado 22 de septiembre, el Ing. Jaime Bravo Jara conversó con Chilevision, sobre las imprudencias y falta de empatía de algunos conductores a la hora de transitar por las calles, ocasionando obstrucciones en la vía. "Los conductores bloquean sin tener ningún respeto, por quienes están tratando de circular en la ciudad" comentó Jaime...
Casi mil quinientos chilenos mueren al año producto de un accidente de tránsito, más del 30% de las víctimas corresponden a peatones, aunque muchos de ellos cruzaron en zonas habilitadas, como pasos regulados y en el tiempo correspondiente a una luz verde o en pasos demarcados con franjas de tipo cebra, fueron arrollados y terminaron bajo el vehículo de un conductor que no respeto la norma establecida.
La experiencia de décadas nos enseña que los accidentes de tránsito son una problemática compleja de abordar, que las leyes por si solas no son lo suficientemente efectivas en virtud de los costos necesarios para implementar las tecnologías que se requieren, además de los gastos requeridos en los aparatajes publicitarios con que son lanzadas. Además la experiencia más cercana nos enseña que estas leyes exclusivamente represivas, que fijan su eje en sanciones económicas no son capaces de modificar la actitud irresponsable de los individuos y mucho menos construir conductas sensibles a las problemáticas que se busca atacar.
Construir conductas responsables es el objetivo de una campaña, para lo cual no sólo se requiere establecer una sanción a los infractores, sino que también educar y sensibilizar a las comunidades.
Para, Mira y Escucha es un mensaje que hemos creado en busca de generar y construir responsabilidad social, ir en busca de la conciencia de los individuos que a diario circulan por las calles y caminos de nuestro país, intentando sensibilizarlos en la importancia que tiene un actuar responsable de su parte. En los últimos años los peatones han engrosado las listas de fallecidos en calles y caminos de nuestro país, en muchos de estos casos ellos cumplían con la normativa y circulaban respetando la ley vigente, sin embargo fallecieron bajo las ruedas de un vehículo. Entender que la ley no garantiza nuestra seguridad, sino que es un marco regulatorio que permite al sistema sancionar a los responsables de una conducta considerada falta o delito, entonces es necesario comprender que es el individuo el único responsable en un gran porcentaje de la seguridad propia. En mi calidad de peatón soy responsable de mi seguridad al cruzar una calzada, por ningún motivo debo delegar mi seguridad en otra persona, como un conductor, o en un sistema regulatorio como un semáforo o un paso de cebra, ya que este sistema sólo sirve para establecer responsabilidad en caso que el conductor no lo respete, pero si eso sucede de poco sirve establecer la culpabilidad si he sido arrollado.
Para, Mira y Escucha busca construir una conducta segura, generar un hábito donde todos paremos, miremos y escuchemos antes de cruzar la calle, si asociamos esto como un comportamiento la posibilidad de ser arrollados y morir en un cruce disminuye notablemente.
Recuerda el cementerio está lleno de peatones que tenían el derecho de paso…
Entrevista a Jaime Bravo en 24H. "Es aventurado hacer una proyección en seis meses, cuando todas las estadísticas a nivel mundial se trabajan, cuando menos entre uno y dos años".
A pesar de los esfuerzos de las organizaciones a cargo de la seguridad vial, la tasa de fallecidos este año 2013 será superior en un 7% a 8% a la cifra del año 2012.
Las campañas de tolerancia cero y velocidad no han dado el resultado esperado y nuestro país esta lejos de la rebaja prometida y firmada el 2011 en el acuerdo de la OMS, que busca disminuir en un 50% los fallecidos por accidentes de transito para el año 2020.
40 Directores municipales de tránsito de la región metropolitana se reunieron, el pasado 5 de junio en dependencias de la Municipalidad de La Granja, con objeto de tratar la eventual modificación de la ley de tránsito que reestructurará la forma de otorgar las licencias de conducir a nivel nacional.
En una reunión de dos horas los representantes municipales decidieron conformar la asociación municipal de directores de tránsito.
Cuantas veces hemos sido víctimas de tacos y congestión producto de estos paleteros que salen de construcciones o edificios a detener el tránsito para que sus vehículos ingresen a la circulación. Por ley en Chile sólo la policía de Carabineros puede hacer regulación y gestión de tránsito.
Es importante saber actuar frente a la luz amarilla del semáforo, hago esta aclaración debido a que algunos comentaristas de tránsito han señalado en los medios de comunicación que esta significa detención. Esta afirmación, basada en el desconocimiento, puede generar confusión en los automovilistas y peor aun puede provocar accidentes.
La autoridad de transporte desarrolla una gran campaña comunicacional, donde no se escatiman los recursos, para posicionar el consumo de alcohol como la principal causal de accidentes de tránsito en nuestro país. Debido a esta flagrante conducta de desinformación a los ciudadanos es que me permito aclarar que la causal de alcohol en los accidentes de tránsito en Chile representa una cifra no superior al 12%, siendo la imprudencia en la conducción la mayor causal de accidentes en nuestra sociedad, con números cercanos al 70%.
El miércoles 30 de julio en los salones del Hotel del Desierto en la ciudad de Antofagasta se realizo el octavo encuentro Comités paritarios 2014 Minera Barrick Zaldívar. El ingeniero en tránsito Jaime Bravo, en su calidad de asesor, presento su exposición “Es tiempo de parar”. Durante una hora el ingeniero capto la atención de los asistentes, el dinamismo y los contenidos de la presentación permitieron generar ese estado de confianza que permite la adecuada recepción del mensaje. Jaime Bravo apelo a la capacidad de sentir, las emociones son la base de este nuevo proceso del ingeniero, “La experiencia es el motor del aprendizaje”, “Si lo estudio puede que lo aprenda y quizás lo recuerde, si lo vivo lo concientizó y lo asumo como conducta”.
Durante la jornada fueron diversas las presentaciones, el gerente general de Barrick Zaldívar Leonardo González abrió la tanda de exposiciones donde se pudo escuchar al asesor Claudio González, al ingeniero comercial Oscar Cáceres, al doctor Manuel Guerra y a la Psicóloga Pilar Sordo entre otros
Las campañas de seguridad vial en el mundo desarrollado han migrado en busca de los contenidos que tengan relación directa con las emociones.
Hoy los mensajes y contenidos creados buscan educar por medio de sensibilizar a las sociedades, muy distinto a la actitud coercitiva que adopta el estado de Chile frente a la misma problemática.
Sabemos desde que comenzamos a estudiar la movilidad del ser humano que el tránsito es una actividad dinámica, que las ciudades crecen y se desarrollan en la medida que las masas tengan la posibilidad de desplazarse en distintas direcciones y con eficiencia entre los diversos puntos geográficos.
Basados en esta necesaria capacidad de desplazarse y en la anhelada eficiencia de los trayectos seleccionados las sociedades generan, en muchas ocasiones, de forma espontánea los mecanismos y formas de movilidad, las que luego son normadas por los entes, de los estados, encargados del tránsito y transporte. De esta forma son los propios grupos sociales quienes construyen hábitos y conductas que se establecen como formas de tránsito y movilización al interior de las comunidades.
De la misma forma como se adopta y construye un movimiento musical o una tendencia artística cultural, son pequeños y reducidos grupos humanos quienes instalan, de manera creciente, una manera de movilización al interior de una sociedad. No podemos olvidar que el propio automóvil, bien necesario en la sociedad actual, sólo fue desarrollado no hace más de 100 años y que en sus inicios debió lidiar con el rechazo de mayorías que no veían en este artefacto la utilidad para las necesidades de la época. Pues bien un siglo más tarde no se concibe la ausencia de este mecanismo en la cúspide de una estructura del tránsito en cualquier sociedad que se desarrolla y transita en los principios de la globalización e integración.
Entonces, si sabemos que las soluciones a problemáticas en diversas áreas de interés común y masivo se instalan desde el interior de las propias comunidades, por qué nuestras autoridades no escuchan ni dan espacio a quienes conviven a diario con estás necesidades, cuál es la razón para que los técnicos busquen las soluciones en laboratorios y no se establezcan en las calles para conocer y reconocer las falencias y requerimientos de nuestra ciudad, quién puede, en nuestro tiempo, ser tan iluminado para pretender encontrar solución a problemáticas, de índole conductual, que son las principales causales de los accidentes de tránsito y las muertes en nuestra sociedad moderna, sin antes haber escuchado, conocido y reconocido el pensamiento y actuar del grupo social al cual se pretende intervenir.
Hay muchos actores, seudo expertos en tránsito, que han olvidado el estudio y la validación de los datos, o simplemente no conocen el procedimiento correcto, poniendo en riesgo la vida de millones de ciudadanos que a diario se desplazan al interior de nuestros territorios. Lamentablemente estos expertos poco saben sobre el comportamiento de los individuos, ni menos de las masas, estos señores han desechado la observación y la empatía como herramientas, estableciendo, erróneamente, las variables técnicas y mecánicas a la hora de construir planes de corrección a la conducta humana.
Las acciones de mitigación a la problemática del accidente de tránsito, no se desarrollaron, desarrollan, ni desarrollaran sobre el principio exclusivo de la tecnología, ni las evaluaciones psicotécnicas de los conductores, siempre mientras un mecanismo sea operado por el hombre la variable conductual prevalecerá sobre las otras, encabezando siempre el porcentaje de riesgo de accidente de tránsito.
La presencia del ingeniero en Tránsito chileno Jaime Bravo convoco el interés de los distintos medios de comunicación en las ciudades de Santiago del Estero y Tucumán. El ingeniero chileno llego a las provincias argentinas en el marco de las conferencias de seguridad vial, desarrolladas el 21 y 22 de agosto respectivamente.
En ambos casos se registraron buenas convocatorias, destacando la conferencia dada en el Aula Magna de la UTN.
Autoridades, académicos, representantes de la policía, y estudiantes de las carreras de tránsito repletaron las dependencias de la universidad.
La conferencia dictada el pasado 22 de agosto a las 18:00 horas fue calificada por sus organizadores, la Fundación Alerta en el Camino, como todo un éxito, manifestando la intención de seguir con estas actividades que consideran son la base para la construcción de una cultura de seguridad vial en sus provincias.
Este fin de semana hemos sido testigos, una vez más, del fracaso de las campañas de prevención de accidentes de tránsito en nuestro país. Como si nos moviéramos en círculos sin tomar en cuenta la experiencia de aquellos profesionales que a fines de los noventa lograron controlar las cifras, hoy nos encontramos en un dramático retroceso aunque las autoridades señalan lo contrario, pero las cifras frías e impersonales son de uso público. Cuarenta personas perdieron la vida estas fiestas patrias, siete más que el año 2012 en el mismo periodo de tiempo, novecientos dieciséis accidentes se produjeron en calles y carreteras chilenas, mil conductores fueron detenidos por manejar con ingesta de alcohol, de un universo de seis mil controles realizados por Carabineros de Chile, arrojando que un 16,6% de los controlados no cumplían la ley y estas mismas cifras, oficiales, nos indican que dieciocho de las víctimas fatales fueron peatones. Entonces que tan efectivas han sido las campañas o la intención de campañas que se han anunciado, como notas de prensa en casi la totalidad de los medios de comunicación, no será que es hora de reconocer que el efecto provocado por los planes de prevención no ha sido el proyectado e ir en busca de una nueva propuesta para educar y sensibilizar a la comunidad respecto a la gravedad de este escenario.
La sociedad chilena ha cambiado, los ciudadanos han comenzado a utilizar un concepto extraño hasta no hace mucho tiempo y lo han hecho propio en los últimos años, del inglés empower, el concepto “empoderar” se ha sumado al vocabulario cotidiano de los chilenos, su significado hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido. Bajo esta premisa las calles han sido ocupadas por ciudadanos que buscan ser escuchados y exigen espacios de participación, personas que saben que su voz hará eco y que sus temas de interés deberán si o si ser oídos y discutidos entre los distintos y variados actores sociales. Pero este nuevo comportamiento social ¿lo vemos reflejado en el tránsito? en el desplazamiento del día a día en nuestras ciudades. Aunque muchos dirían que no, me permito recordar que fueron los propios usuarios del transporte público quienes tomaron calles y buses como forma de protesta a la ineficiencia del modelo, en sus momentos más críticos, logrando que la autoridad decidiera intervenir con cambios más estructurales del sistema, otro buen ejemplo, muy reciente, es el levantamiento de barreras en las plazas de peajes en caso de congestión y largas esperas, aunque este es un tema en discusión entre quienes creen que la propia ley de concesiones lo define así, mucho otros defienden lo contrario, pero al final fue el actuar de los propios usuarios que permitió que esta medida se tome como opción válida en escenarios de crisis.
Entonces si las sociedades están deseosas de participación, cuál es la razón para que las medidas, campañas y mecanismos de prevención de accidentes de tránsito no tengan participación ciudadana, en su creación y operación me refiero, que motiva a la autoridad a monopolizar el mensaje y la forma a la hora de educar y sensibilizar en una materia tan prioritaria como lo es nuestras propias vidas. Chile ha cambiado y los chilenos exigimos ser escuchados y conocidos antes de imponer criterios foráneos y lejanos a la realidad de nuestras comunidades. La problemática del accidente vial responde a diversas variables, las causales son resultado de un comportamiento social, los accidentes de tránsito no se disminuyen sólo con la creación de leyes, la sanción es sólo una herramienta de un desarrollo programático donde educar a todos los actores sociales es prioritario. Chile requiere un nuevo marco moral para circular por calles y caminos de nuestro país, los chilenos debemos asociar la vida como el valor más preciado si queremos convertirnos en un país desarrollado.